Poema

Hoy te vi, el clima estaba húmedo por la lluvia,

mi corazón estaba acalorado por la evaporación,

el movimiento de tu cuerpo al andar sutilmente,

enloquecían mi lujuria tenazmente al verte.

Por detrás de tus lentes me miraste fijamente,

tus ojos gritaban que a ti llegara a rescatarte,

presumí no sentir ya nada por ti ni por nada,

que meneaste tus lindas nalgas para provocarme.

En el café de la esquina vieja te sentaste a leer,

un libro viejo y barato que venden en la feria,

tomando dos capuchinos y cuatro cigarros como siempre,

Sentí que tu rostro se precipitaba y se nublaba lentamente,

yo estaba en la plaza con ganas de llevarte a mis sabanas,

hediondas y putrefactas pero ese olor era exógeno para ambos,

tus partes intimidas velludas me hacían el rey del sexo.

Recuerdo aquella primera vez que lo hicimos en el baño del bar,

las ganas y el momento se hicieron cómplices de nuestro clima,

un clímax fuerte que nos embulla como de la sed al agua,

sin pensarlo fuimos dos seres con ganas de devorarnos.

Las gafas tan lindas que te quedaban no ocultaban lo que sucedía,

el no dormir bien te mantenían agonizando por las mañanas,

tu perfume enloquecía mi furia de que fueras mía cuando lo deseaba,

un amor raro el que sentí por ti aquella mañana.

Cuando decidí llegarme hacia ti se me derrumbo el corazón,

el hombre del saco negro te beso en la boca cariñosamente,

llore y llore en la vieja plazoleta por culpa de esta maldita ilusión,

porque confundí tu trabajo con lo que pretendía ser un amor.

Y vi cuando en su coche te montabas sonrientemente,

pasaste por mi frente mirándome fijamente sin tus lentes,

esa maldita mirada que me enloquece nuevamente,

es la que en este momento me entristece..

Meretriz..