Una noche de soledad el Tiempo y
la Distancia se encontraron en el camino, se presentaron:
_
Distancia: ¿Hola señor como le va?
_ Tiempo: ¡Hola linda señorita
bien! ¿Y usted?
_ Distancia: ¡Bien paseando por
la plaza!
_ Tiempo: ¿La puedo acompañar
hermosa señorita?
Juntos dieron vueltas por la
plaza durante largo rato por enésimas de veces, charlaron de sus vidas,
compartieron sonrisas, ella se tenía que ir a descansar y le dejo su número
telefónico en un papel. El tiempo impaciente se sintió atraído de ella, pasaron
dos días y la busco por la plaza aun con la esperanza de encontrarla y
coincidieron en el momento.
_Tiempo: ¡Hola hermosa señorita!
_ Distancia: ¡Hola señor tiempo!
_ Tiempo: ¿Caminamos hoy?
_Distancia: ¡Claro!
Caminaron y se fueron conociendo
en varias ocasiones en aquella fría plaza, con colores de ladrillos envejecidos
y la luz taciturna por la neblina de primavera. Un día se miraron a los ojos y
el tiempo le declara su amor y Distancia anonadada quedo perpleja, le parecía
algo casi inverosímil e inaudito que no encontraba palabras para contestar.
Pensó aquella noche y al siguiente día hablaron.
_Distancia: ¡Hola tiempo! (Ya
tenían confianza para tutearse)
_ ¡Hola querida distancia!
_ Distancia: ¿De dónde eres mi
tiempito?
_ Tiempo: ¡Querida Distancia! De donde
vengo las horas no tienen diferencia para mí, no se aun cual es el significado
del día y la noche, solo sé que el amanecer está pegado con la noche, no sé qué
es tardar o correr, no sé qué es bailar a varios movimientos, no sé cuánto
duran los amores, no sé qué es esperar, de donde vengo andamos igual. ¿Y tú
querida Distancia de dónde eres?
La Distancia sorprendida e
impactada le dice: _ ¡Querido tiempo eres lindo, un hombre que vale mucho, pero
de dónde vengo está muy lejos, para que llegues a mi debes llevar el paso de
las horas, los días y noches! Te propongo mi amistad para irnos conociendo.
Tiempo desconcertado a lo que
dijo se sintió triste, pero al cabo de algunos días regreso en busca de su
querida Distancia, ella al verlo se alegró mucho y él le dijo: ¡Gracias
Distancia por brindarme tu amistad y cariño, tenemos tanto en común porque
cuando estuve ausente medite lo que me dijiste, te pensé mucho, te extrañe, te
añore y comprendí que las horas, los ratos ,las noches y días corrían
lentamente, y no tarde en buscarte porque te amo.
Distancia y tiempo se casaron,
fueron felices toda la eternidad.
Fin..
Moraleja: No hay amor a la Distancia imposible ni tiempo que lo cohíba..
No hay comentarios:
Publicar un comentario