Azul fue fue la mirada que quedo en mi recuerdo de ti,
La sutil felación que me dabas en la oscuridad de la noche,
¿Correte en mi boca papi rápido nos pueden ver!
Tu cabello agarraba fuertemente mientras te masturbabas.
La inquietud se desaparecía cuando estábamos excitados,
Aquel viejo carro al final del callejón sin salida
solitario,
Fue nuestro hotel por muchas veladas extasiadas de placer.
Recuerdo que juntos recorríamos las calles tomados de la
mano,
Un helado , una sonrisa ,un beso nos volvían dos animales
sexuales,
En el buss hacia nuestro encuentro íntimo te rosaba con mi
pene erecto,
Tú de espaldas hacia mí me lo agarrabas mientras tus senos apretaba.
Los vellos de tu
vulva los halaba con mis labios lentamente,
Tu clítoris angelical que besaba hasta que me llenabas de líquido,
Que lindos labios carnosos los de tu vagina mujer,
Eras la mujer más multiorgasmica de mi pasión carnal.
Después de cada escena nos fumábamos un cigarro agitados de
tanto movimiento,
Eran las funciones más esperadas por nosotros a diario en
aquel viejo carro,
Donde la obra de teatro tenía dos personajes locamente
enamorados,
No queríamos que el telón bajara nunca.
Eras furiosa cuando casi llegabas a cada estación de nuestro
caminar,
Me rasguñabas mi espalda sin piedad alguna como leona
hambrienta,
Tus piernas me apretaban con tanta fuerza que no me podía
mover,
En cuestión de segundos quedabas turbada besándome
desesperadamente.
Nos quedábamos rendidos por el cansancio apasionado y más
anhelado,
La luz del sol no daba el calor natural en aquel asiento
sudado,
Colores de espermatozoides
y flúor derramaban nuestras pieles,
Un cálido beso con olor a tabaco era lo más rico de cada amanecer.
Hacíamos la última función en la mañana con más inspiración,
Tus ojos lloraban mientras me veían tú encima de mí,
Te agarraba fuertemente por tus nalgas y tus caderas
desesperadamente,
¡Oh que rico papi dame más de ti!
Enésimas de noches vivimos calurosas alboradas de amor
juntos,
Hoy no se desde que los tuyos te prohibieron a mí,
Tus ojos lloraban cada paso que te alejaban de mi a la
fuerza,
Algún dia volveremos a aquel callejón sin salida solitario,
Donde el viejo carro donde quedo nuestras huellas de amor.
En un viejo libro lei después de tu ida algo que me hizo
llorar,
La vida es como una obra de teatro que no se permite ensayo,
Porque cuando baje el telón ya no habrá otra oportunidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario