_Érase
una vez Sócrates corría detrás de un avión, jugando a que quería ser un ave esa
noche soñó que volaba y pasaba por el balcón de una noble niña, sus ojos se
abrillantaron y fue tan nostálgico verla llorar quiso regresar, pero ya era
hora de ir al colegio. Ciertamente esa tristeza le paso cuando al cruzar la
esquina se encuentra con esa niña de ojos color café, su nombre era Mile
_Al
siguiente día le envió una carta de amor, su nombre y se la lanzo a los pies, ella
agarro el papel y lo arrojo a la papelera .El deseaba esa noche volar otra vez
para verla llorar en el balcón, pero no pudo lograrlo mas.
_Una noche serena, el aturdido lloraba por esa
chica que le gustaba, sentía que ella del también aunque no se lo demostrara, se
lanzó del techo con temor y volaba realmente, se sentía libre, al llegar a ese
balcón estaba la niña llorando mirando al cielo con una carta que decía:
_
Sócrates tu allá en el cielo y yo acá, recuerda que el tiempo y la distancia
son dos bribones en contra del amor, espero ansiosamente volverte a besar, te
amo...
Pobre
niño sintió un deja vu, ella tan solo susurro cuando el desapareció
con la esencia de aquella suave brisa que chocaba contra sus mejillas
lentamente.
_Cuando
el amor es verdadero, no hay muerte que lo destruya.
Cristian
Kike Key
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