Bossa Beatle

jueves, 24 de septiembre de 2015

Más Puta era mi Madre que murio de Sida

                

Hola querido lector ,exactamente no se que edad yo tenía cuando eso, pero lo que voy a decirles me lo contó una mierda de loca que no se de donde salió y me pareció interesante su vida y la he redactado en forma de cuento, esperando que les guste:
 Mario era mi mejor amigo, recuerdo que siempre reíamos mi mama y yo con sus locuras, no había motivos para que se le bajaran los ánimos. Yo como era una niña pensé que estaba enamorada de él y desde luego no me importaba esperar lo que sea solo con el simple hecho de estar con ese maldito. Si vieran el culote que se vacilaba con esos pantalones, es más, me masturbaba imaginando su grosor dentro de esta pequeña cuca bañada en virginidad y baba de inocencia por falta de guevo. El maldito Mario siempre decía que la matemática era la ciencia de toda ciencia, ¿pero que coño de madre me importaba eso, si yo lo que quería era perder el virgo con ese guevon?. Recuerdo la vez que cumplí 15 años el muy descarado nos invitó a mi mama y a mi a comer, claro... no me molestaba que mi mama estuviera, total mi mama también era amiga de Mario. Esa noche me regaló unos bombones, yo estaba que explotaba de la rechera y por dentro me decía a mi misma:¿ es que este cree que no se que es un orgasmo, que ya me viene la regla o que estas tetas con estos pezones parados por falta de guevo son de puro harapos; como se le ocurre regalarme unos bombones? Me contuve las ganas de decirlo y simplemente sonreí fingiendo que me agradaban los desgraciados bombones. ¡Ese Mario si era enamorado, o mejor dicho, a las mujeres se le hacia agua la cuca cuando lo veían, claro a quien no, con ese culote y ese guevo que se le marcaba por debajo de los pantalones como si los fuese a reventar por la presión! Mario fue lo más lindo que me pudo haber pasado en mi adolescencia, una vez mi mama salió de viaje y llegaba al día siguiente, esa tarde Mario llega a la casa, le dije que pasara, que mama ya venia , ¡mentira, era una excusa solo con el simple hecho de verlo! y pensé que era la mejor oportunidad para decirle o demostrarle que me gustaba. Estaba muy nerviosa, no hallaba que hacer, luego opté por irme a bañar, le di un café y se quedó en la cocina viendo televisión. Si supieran la estrujada de cuca que me eché, casi me la arranque, pero no me importaba porque quería estar aseada, no se que podía pasar pero yo estaba dispuesta a todo .Salí de la ducha, debajo de la toalla lo que me bestia era un sostén y un hilo fino color mierda será, porque tanto tiempo metido por el culo me imagino que cambia de color. Llegué a la cocina allí estaba el hombre de mis sueños, le ofrecí otro café y lo aceptó, además que estaba hipnotizado como me quedaba la toalla, se me marcaba la mitad de las nalgas. En un momento de esos se me cae la toalla intencionalmente y quedé semidesnuda delante de el, rápidamente me pasó la toalla y yo temblorosamente le tomé la mano y le dije: tócame, dime que se siente este cuerpo, dime si tengo todo en mi punto, chúpame las tetas, la cuca, todo. El muy guevon se quedó descolgado diciéndome: Esto no puede ser, tu eres hija de mi amiga, además, y si llega, que va a pensar de nosotros? Yo le dije que mi mama llegaba el día siguiente que estaba de viaje, en vista de que el estaba muy atraído por mis caderas le volví a decir: tócame, no creas que mama se va a enterar, esto es entre tu y yo. Bueno el pajuo cedió, empezó a tocarme lentamente, me arrancó con rudeza el hilo y los sostenes que tenia puesto, hasta que me empezó a mamar las tetas, me mordía los pezones, me apretaba las nalgas como si estuviese un espíritu dentro de su cuerpo, yo como no sabia que hacer ya que era mi primera vez con un hombre y la primera vez que me besaban, empecé a agarrarle el guevo por encima del pantalón, luego me besaba por el ombligo, ya yo estaba como una perra con ganas de ladrar, me mamó la cuca un largo rato, luego sentí que me bajaba algo y me contuve, pero no aguante y derrame esa rica sensación, me sentí cansada, ni siquiera me lo había metido, el muy marico se paro y me dijo:¿conforme? Ya tienes tu primer orgasmo, solamente con una buena mamada de cuca que te eché, no era necesario metértelo, nos vemos niña. Bueno me quedé desnuda y bien acabada y fui a darme otro baño y a hacerme la paja. Pasó la noche y al día siguiente llegó mi mama y me preguntó que si había visto a Mario, yo le dije que no, ni mucho menos que había venido. Claro no me convenía decir nada, a pesar de que no me cojió, pero total lo amaba cada vez más . Siempre nos veíamos en la casa, puro sexo oral, parecía que no quería romperme con su guevo por más que yo intentara convencerlo; claro no vallan a pensar que soy una perra al decirles esto, y eso que no es todo, a ese maldito yo le echaba unas buenas mamádas de guevo que si les cuento, pero vuelvo y repito, con esto no quiero decir que sea una perra, o si? Hubo una temporada que Mario se perdió y mi mama y yo estábamos angustiadas, no sabíamos donde estaba, hasta que un día nos dicen que estaba en un hospital, que estaba grave a punto de morir, que quería vernos a las dos. Llegamos al hospital, se veía flaco y con una peste que no lo dejaba terminar las palabras, estaba totalmente cambiado, no parecía el hombre que me hacia acabar como diez veces en cinco minutos; me pidió que saliera que quería hablar con mi mama y yo los deje solos porque pensé que luego hablaría conmigo, al rato sale mi mama llorando diciendo: se nos fue nuestro gran amigo, se nos fue, maldita sea esa perr....yo me quede sorprendida, me pareció oír que dijo perra, y le pregunte: ¿mami porque dijiste perra? ¡Coño, claro hija! Mario murió de sida, se tuvo que haber cojido una puta o un marico, no lo habré conocido yo. Quede en total descuelgue, pensé que yo iba a morir de sida también, pero me hice una serie exámenes y salí libre de todas esas dudas que no me dejaban vivir en paz. Admito que me dolió la muerte de ese maldito desgraciado, ustedes se preguntaran porque yo me expreso tan mal de el, ya van a saber por que. Pasaron siete años, yo tendría como 22 años seguía luchando por vivir, pero nunca olvidaba a Mario y sobre todo las buenas mamádas de cuca que me daba ese cabron de mierda. Mi mama estaba bien, pero al cabo de unos meses se empezó a complicar de salud, estaba perdiendo peso, el cabello, tenia una peste horrible; mierda no me quedo más que llevarla a un hospital y la dejaron internada, le hicieron unos exámenes, luego me dieron la noticia que tenia sida. Verga se imaginaran la reacción que uno puede tomar, fui a su habitación y le pregunte que por que tenia sida que quien la había contagiado para demandarlo, la maldita zorra vieja llorando me dijo: no mami ya no se puede hacer nada, el que me contagio ya hace años que murió y ese era Mario el hombre que más ame en mi vida y seguiré amando a pesar de que me contagio esta enfermedad; que perra eres mama, muérete sola maldita puta, sucia, no pensé que tenias amores con el coño de madre Mario.
Eso fue lo que le conteste, y hasta el dia de hoy no se que fue de su perra vida, es por eso que me expreso tan mal del hijo de puta Mario.


 Bueno es todo de lo que me pude acordar de la historia de esta muchacha, aparte de su delicado vocabulario que era a veces difícil de entender, que muy orgullosa me la contó a cambio de unas cervezas en su lugar de trabajo, osea en un burdel de mala muerte. Algo si les voy a decir: Yo no me pegue a esa puta, no es por discriminar, pero tampoco quiero morir como Mario, así que es mejor hacerse la paja, o que te cumplan el gran acto de felar, sin más que decir me despido de ti mi querido lector, esperando que este pequeño cuento sea bastante pedagógico para el aprendizaje de la vida a partir de cualquier edad, se despide de ustedes 

04/06/04

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