Hola querido lector ,exactamente no se que edad yo tenía
cuando eso, pero lo que voy a decirles me lo contó una mierda de loca que no se
de donde salió y me pareció interesante su vida y la he redactado en forma de
cuento, esperando que les guste:
Mario era mi mejor
amigo, recuerdo que siempre reíamos mi mama y yo con sus locuras, no había
motivos para que se le bajaran los ánimos. Yo como era una niña pensé que
estaba enamorada de él y desde luego no me importaba esperar lo que sea solo
con el simple hecho de estar con ese maldito. Si vieran el culote que se
vacilaba con esos pantalones, es más, me masturbaba imaginando su grosor dentro
de esta pequeña cuca bañada en virginidad y baba de inocencia por falta de
guevo. El maldito Mario siempre decía que la matemática era la ciencia de toda
ciencia, ¿pero que coño de madre me importaba eso, si yo lo que quería era
perder el virgo con ese guevon?. Recuerdo la vez que cumplí 15 años el muy
descarado nos invitó a mi mama y a mi a comer, claro... no me molestaba que mi
mama estuviera, total mi mama también era amiga de Mario. Esa noche me regaló
unos bombones, yo estaba que explotaba de la rechera y por dentro me decía a mi
misma:¿ es que este cree que no se que es un orgasmo, que ya me viene la regla
o que estas tetas con estos pezones parados por falta de guevo son de puro
harapos; como se le ocurre regalarme unos bombones? Me contuve las ganas de
decirlo y simplemente sonreí fingiendo que me agradaban los desgraciados
bombones. ¡Ese Mario si era enamorado, o mejor dicho, a las mujeres se le hacia
agua la cuca cuando lo veían, claro a quien no, con ese culote y ese guevo que
se le marcaba por debajo de los pantalones como si los fuese a reventar por la
presión! Mario fue lo más lindo que me pudo haber pasado en mi adolescencia,
una vez mi mama salió de viaje y llegaba al día siguiente, esa tarde Mario
llega a la casa, le dije que pasara, que mama ya venia , ¡mentira, era una
excusa solo con el simple hecho de verlo! y pensé que era la mejor oportunidad
para decirle o demostrarle que me gustaba. Estaba muy nerviosa, no hallaba que
hacer, luego opté por irme a bañar, le di un café y se quedó en la cocina viendo
televisión. Si supieran la estrujada de cuca que me eché, casi me la arranque,
pero no me importaba porque quería estar aseada, no se que podía pasar pero yo
estaba dispuesta a todo .Salí de la ducha, debajo de la toalla lo que me bestia
era un sostén y un hilo fino color mierda será, porque tanto tiempo metido por
el culo me imagino que cambia de color. Llegué a la cocina allí estaba el
hombre de mis sueños, le ofrecí otro café y lo aceptó, además que estaba
hipnotizado como me quedaba la toalla, se me marcaba la mitad de las nalgas. En
un momento de esos se me cae la toalla intencionalmente y quedé semidesnuda
delante de el, rápidamente me pasó la toalla y yo temblorosamente le tomé la
mano y le dije: tócame, dime que se siente este cuerpo, dime si tengo todo en
mi punto, chúpame las tetas, la cuca, todo. El muy guevon se quedó descolgado
diciéndome: Esto no puede ser, tu eres hija de mi amiga, además, y si llega,
que va a pensar de nosotros? Yo le dije que mi mama llegaba el día siguiente
que estaba de viaje, en vista de que el estaba muy atraído por mis caderas le
volví a decir: tócame, no creas que mama se va a enterar, esto es entre tu y
yo. Bueno el pajuo cedió, empezó a tocarme lentamente, me arrancó con rudeza el
hilo y los sostenes que tenia puesto, hasta que me empezó a mamar las tetas, me
mordía los pezones, me apretaba las nalgas como si estuviese un espíritu dentro
de su cuerpo, yo como no sabia que hacer ya que era mi primera vez con un
hombre y la primera vez que me besaban, empecé a agarrarle el guevo por encima
del pantalón, luego me besaba por el ombligo, ya yo estaba como una perra con
ganas de ladrar, me mamó la cuca un largo rato, luego sentí que me bajaba algo
y me contuve, pero no aguante y derrame esa rica sensación, me sentí cansada, ni
siquiera me lo había metido, el muy marico se paro y me dijo:¿conforme? Ya
tienes tu primer orgasmo, solamente con una buena mamada de cuca que te eché,
no era necesario metértelo, nos vemos niña. Bueno me quedé desnuda y bien
acabada y fui a darme otro baño y a hacerme la paja. Pasó la noche y al día
siguiente llegó mi mama y me preguntó que si había visto a Mario, yo le dije
que no, ni mucho menos que había venido. Claro no me convenía decir nada, a
pesar de que no me cojió, pero total lo amaba cada vez más . Siempre nos
veíamos en la casa, puro sexo oral, parecía que no quería romperme con su guevo
por más que yo intentara convencerlo; claro no vallan a pensar que soy una
perra al decirles esto, y eso que no es todo, a ese maldito yo le echaba unas
buenas mamádas de guevo que si les cuento, pero vuelvo y repito, con esto no
quiero decir que sea una perra, o si? Hubo una temporada que Mario se perdió y
mi mama y yo estábamos angustiadas, no sabíamos donde estaba, hasta que un día
nos dicen que estaba en un hospital, que estaba grave a punto de morir, que
quería vernos a las dos. Llegamos al hospital, se veía flaco y con una peste
que no lo dejaba terminar las palabras, estaba totalmente cambiado, no parecía
el hombre que me hacia acabar como diez veces en cinco minutos; me pidió que
saliera que quería hablar con mi mama y yo los deje solos porque pensé que
luego hablaría conmigo, al rato sale mi mama llorando diciendo: se nos fue
nuestro gran amigo, se nos fue, maldita sea esa perr....yo me quede sorprendida,
me pareció oír que dijo perra, y le pregunte: ¿mami porque dijiste perra?
¡Coño, claro hija! Mario murió de sida, se tuvo que haber cojido una puta o un
marico, no lo habré conocido yo. Quede en total descuelgue, pensé que yo iba a
morir de sida también, pero me hice una serie exámenes y salí libre de todas
esas dudas que no me dejaban vivir en paz. Admito que me dolió la muerte de ese
maldito desgraciado, ustedes se preguntaran porque yo me expreso tan mal de el,
ya van a saber por que. Pasaron siete años, yo tendría como 22 años seguía
luchando por vivir, pero nunca olvidaba a Mario y sobre todo las buenas mamádas
de cuca que me daba ese cabron de mierda. Mi mama estaba bien, pero al cabo de
unos meses se empezó a complicar de salud, estaba perdiendo peso, el cabello,
tenia una peste horrible; mierda no me quedo más que llevarla a un hospital y
la dejaron internada, le hicieron unos exámenes, luego me dieron la noticia que
tenia sida. Verga se imaginaran la reacción que uno puede tomar, fui a su
habitación y le pregunte que por que tenia sida que quien la había contagiado
para demandarlo, la maldita zorra vieja llorando me dijo: no mami ya no se
puede hacer nada, el que me contagio ya hace años que murió y ese era Mario el
hombre que más ame en mi vida y seguiré amando a pesar de que me contagio esta
enfermedad; que perra eres mama, muérete sola maldita puta, sucia, no pensé que
tenias amores con el coño de madre Mario.
Eso fue lo que le conteste, y hasta el dia de hoy no se que
fue de su perra vida, es por eso que me expreso tan mal del hijo de puta Mario.
Bueno es todo de lo
que me pude acordar de la historia de esta muchacha, aparte de su delicado
vocabulario que era a veces difícil de entender, que muy orgullosa me la contó
a cambio de unas cervezas en su lugar de trabajo, osea en un burdel de mala
muerte. Algo si les voy a decir: Yo no me pegue a esa puta, no es por
discriminar, pero tampoco quiero morir como Mario, así que es mejor hacerse la
paja, o que te cumplan el gran acto de felar, sin más que decir me despido de
ti mi querido lector, esperando que este pequeño cuento sea bastante pedagógico
para el aprendizaje de la vida a partir de cualquier edad, se despide de
ustedes
04/06/04
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