Poema

Cuando estuviste lejos de mí me desvanecí,

El trago amargo de las lágrimas me embriago,

Tu silencio impotente se adueñó de mi corazón,

Las horas más lentas que el ayer en que sonreímos.

Y si reí mucho con un nudo grande en mi garganta,

Fingiendo lo duro que fue para mí perderte en esos días,

Corría detrás del viento jugando a ser libre.

Oh luna dime que ella está bien, dímelo todo, hablemos,

Dime que mi hermosa chica piensa en mí en este momento,

Tengo miedo de perderla y perderme entre la tiniebla,

Temo a disiparme dentro de mi propia soledad abrumadora.

Un olor a café barato corre por mi casa al amanecer,

Mi mente danzando al ritmo del rico Bossa Cover,

Tu cintura entre mis manos amada mujer,

Y tus hermosos pechos reposando sobre mí suavemente.

Amanecer pensando en ti es lo más hermoso para un hombre,

Tú mirada expresa tantas cosas que hay de una mujer,

La mejor creación que Dios pudo hacer en ti.

Tus cabellos son como el radiante sol que me ilumina a diario,

Tus labios quisieran probar, sentirlos, tocarlos,

Conocer el olor de tu piel, cada peca que te adorna,

Me encantan tus caderas al andar lentamente frente a mi.

Sueño con mirar desde lo más alto la ciudad tomados de la mano,

Susurrar palabras hermosas a tu oído mi amor,

Declararte lo que siento por ti a diario, ya no aguanto,

Emanas mucho primor para los colores de mi arcoíris.

Me gusta cuando estas brava por mi niñez,

Sos un alma noble envuelta en una coraza,

Esperas por aquel caballero valiente,

Que tenga valentía y te rescate de esas cadenas.

Con esto hermosa dama quiero decirte,

Que eres el motivo por el cual mi mente vuela,

A lugares desconocidos, lugares jamás pisados,

Que junto a ti me siento seguro de mí.